“En la obra de Karynga un sinfín de coloridos monstruos encapsulan las dinámicas y actitudes más representativas de la sociedad contemporánea, una sociedad alienada, estresada y rendida a la incertidumbre. A través de sus obras, hace tangible cualquier emoción mediante el color y las formas, normalmente tensas y retorcidas, mostrando una dicotomía constante entre la angustia y la calma.”